La diferencia principal entre el agua mineral y el agua de mesa radica en su origen y contenido mineral.
El agua mineral proviene de fuentes naturales subterráneas y se caracteriza por su composición mineral única. Estas fuentes están protegidas y no se les permite añadir ni quitar minerales durante el proceso de embotellado. El agua mineral puede tener diferentes concentraciones de minerales como calcio, magnesio, potasio y sodio, entre otros. Estas concentraciones pueden variar según la fuente y la marca de agua mineral.
Por otro lado, el agua de mesa, también conocida como agua potable, es el agua que se suministra a través de la red de distribución de agua de una localidad. Generalmente, el agua de mesa proviene de fuentes superficiales como ríos, lagos o embalses, y pasa por un proceso de tratamiento y purificación antes de ser distribuida. Durante este proceso, se eliminan impurezas, bacterias y se ajusta el contenido de minerales para que cumpla con los estándares de calidad y seguridad para el consumo humano. El agua de mesa tiende a tener un contenido mineral más bajo en comparación con el agua mineral.
Es importante destacar que la terminología y los estándares pueden variar en diferentes países y regiones. En algunos lugares, el término «agua de mesa» puede utilizarse de manera más general para referirse a cualquier tipo de agua potable, incluyendo el agua mineral embotellada.
En resumen, mientras que el agua mineral proviene de fuentes subterráneas y tiene una composición mineral natural, el agua de mesa es tratada y purificada antes de ser distribuida a través de la red de agua potable y generalmente tiene un contenido mineral más bajo.